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Este libro habla de una ?poca en que las calles de Buenos Aires estaban salpicadas de ni?os. Nos ubica de entrada en un escenario que no es el repertorio nost?lgico del barrio perdido sino la vitalidad desbordante de una ciudad-experimento, aquella que cruz? el siglo XIX al XX a ritmo volc?nico, donde esa infancia plebeya escapaba a los marcos previstos. Los testigos ofrecen las visiones m?s pesimistas: he aqu? el precio que se ha cobrado el progreso. Y dicen tambi?n: hay que hacer algo al respecto. ?Pero qu?? Claudia Freidenraij despliega las inflexiones de ese diagn?stico en un recorrido enormemente informado, y a la vez sensible a su objeto.A medida que estos fr?giles habitantes de la urbe interact?an con la red de especialistas que se teje en torno suyo -m?s y m?s lejos de la escuela-, se dibujan las trayectorias que forman la urdimbre de este libro. Desfilan polic?as de calle, defensores de menores, gestores de las instituciones punitivas, m?dicos legales, crimin?logos. Ni?os y j?venes de la calle a la «leonera», de la «leonera» a la penitenciar?a, de all? al reformatorio, o a trabajar como dom?stica o dom?stico en una casa privada. Decir que este libro habla de un mundo que no es el nuestro es solo una verdad a medias, entonces. Si tantos datos de aquella sociedad nos resultan lejanos, el panorama de las instituciones de castigo y disciplinamiento compone un cuadro en todo reconocible. Con su contundente bagaje de evidencia y sus destrezas de historia social, este libro se agrega a una conversaci?n relevante -urgente-, ajustando sus t?rminos, volviendo a pensar los problemas de aquel mundo lejano y los del nuestro. Del pr?logo de Lila Caimari
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