De Cicerón a nuestros días

El libro est? dedicado a la memoria de todos aquellos grandes y honrados pensadores, pol?ticos, cr?ticos y oradores, cuya lista es bastante larga en Colombia, que han sido asesinados como Marco Tulio Cicer?n (a quien su maestro Publio Mucio Esc?vola, tambi?n asesinado, seg?n Taylor Caldwell, le hab?a vaticinado no alcanzar una edad avanzada por sus «absurdas» teor?as sobre los derechos del hombre y la democracia, por no haber cedido en su empe?o de hablar con claridad respecto a la b?squeda de la paz, la cual implica una relaci?n ?ntima entre la represi?n de la agresividad y la puesta en escena de los deberes y los derechos humanos; por las deficiencias simb?licas de la ?poca y la intolerancia de las mentes corruptas, que nunca han sido capaces de aceptar una palabra clara, coherente y veraz con la que se diferencien lo real, lo simb?lico y lo imaginario en la comunicaci?n humana y en el ejercicio de los oficios, en los que lo simb?lico es un punto intermedio que representa el Nombre del Padre.