Marta Cecilia V?lez Saldarriaga – лучшие книги

En esta primera novela de Marta –novela p?stuma– encontramos coherencia tem?tica y estil?stica. Se desplaza tambi?n con sus personajes trashumantes, m?ltiples y contradictorios, por los asuntos que siempre marcaron su pensamiento: las mujeres en los ?mbitos p?blicos y privados, los despose?dos, los desplazados, los expulsados, los habitantes de las m?rgenes de las ciudades, la violencia, la inequidad, el cuidado, el amor, el lenguaje […] Marta entra y sale de s? misma con los ritmos de la m?sica, de la respiraci?n y del habla, trata de narras la errancia con la voz de los otros, de contar el horror con polainas trenzadas con el hilo conductor de una empat?a creciente que transform? su propia vida.

l errar del padre convoca a un debate amplio en el entorno de las ciencias sociales; adem?s de sus dimensiones psicol?gicas, tiene un hondo contenido pol?tico y sociol?gico, descubre la magia del relato para explicar desde otro lugar —literario, para algunos— los grandes problemas que interrogan a esas disciplinas. Es una b?squeda de respuestas que, partiendo del mito fundador de la cultura, logra interpretar las aparentes sinrazones de la historia de Occidente y descubrir en el devenir de los pueblos las huellas perpetuas del desastre. Esta obra de la profesora V?lez es sugerente, rigurosa, profunda, bellamente escrita, a veces desafiante y trasgresora, y logra, a trav?s de un relato vibrante, traer al presente esos personajes eternos que se salen de la tragedia griega para encarnar en seres comunes que habitan entre nosotros. Mar?a Teresa Uribe de Hincapi?

El deseo de lo femenino debe, entonces, armarse de nuevo como tentaci?n, tender la mano, tomar y morder la manzana, com?rsela toda, pues el deseo de la mujer ha sido deseo de saber, y con ello ha conspirado an?micamente y con gran imaginaci?n contra las estructuras fosilizadas y los sentidos coagulados de una historia que se ha construido como ley, hierro, c?rcel, piedra, encierro, muerte; es decir, de una historia que no ha amado el cambio y la transformaci?n constante, porque solo ha amado el poder y el dominio, en nombre de un preservar que ha tomado el cuerpo como su impulso primordial. Dado que lo que urge ser reconocido es aquello que nos reconecte imaginariamente con el mundo con el fin de salir de la inmovilidad y de la fascinaci?n por la muerte, la guerra y la destrucci?n, nos conduciremos por las im?genes desde donde habla la incesante conspiraci?n de un mundo nuevo —nuevas relaciones, matices y perspectivas—, un mundo en el que nuestro habitar se abra a su constante posibilidad parturienta, que no es m?s que incesante configuraci?n imaginaria de mundos posibles, de realidades veros?miles. Marta Cecilia V?lez Saldarriaga

Adem?s del estudio de la psicolog?a anal?tica en aquello que la caracteriza esencialmente, y de la aplicaci?n a un problema completamente nuevo, no solo en nuestro pa?s sino en el panorama universal, el otro objetivo de esta investigaci?n lo constituye el intento de permitir la emergencia de nuevos contenidos, posibles conexiones simb?licas, relaciones culturales y ra?ces originarias que se manifiestan en el fen?meno de la violencia, de manera que nos sea posible comenzar a abrir las perspectivas a un problema que retorna entre ciclos cada vez m?s estrechos de tiempo y en c?rculos de implicaci?n social y cultural cada vez m?s amplios, impidi?ndonos tomar distancia dado el impacto profundo que cada arremetida produce en los individuos y en nuestra sociedad. Este trabajo nace de la desmesura, de la pasi?n profunda por la vida que convive con el agotamiento de los s?mbolos que puedan expresarla. Del exceso de amor y del exceso de violencia, de una polaridad extrema, polaridad misma de la vida ante la cual la conciencia se hace necesaria, si no queremos perecer en ella.