Cuando era peque?o, mis padres me dec?an qu? deb?a hacer y me re??an cuando no les hac?a caso. Cuando fui a la escuela, los profesores me dec?an qu? deb?a hacer y me daban con la regla si no les hac?a caso. Cuando me alist? en el ej?rcito, el sargento me dec?a qu? deb?a hacer ?y que Dios me ayudara si no le hac?a caso! Cuando entr? en mi primer trabajo, mi jefe tambi?n me dec?a qu? deb?a hacer. Por lo tanto, cuando alcanc? un puesto de cierta autoridad, ?qu? hice? Decirles a mis subordinados lo que deb?an hacer. Y esto ha sido as? para la mayor?a de nosotros: nos han criado dici?ndonos qu? hacer, y la verdad es que se nos da muy bien. El atractivo del «ordeno y mando» reside, adem?s de en su rapidez y sencillez, en que otorga al que da la orden la sensaci?n de tener el control. Sin embargo es una falacia, porque lo que consigue es desalentar a los subordinados, que no se atreven ni a ofrecer ni a mostrar su opini?n, que de todas maneras tampoco ser?a escuchada. El resultado es que se muestran obedientes ante la presencia del jefe, pero cuando desaparece se comportan de manera distinta, con un bajo rendimiento en el mejor de los casos, o con franco sabotaje en el peor. Frente a esta forma de pensar est? el coaching, que busca liberar el potencial de las personas para que puedan llevar su rendimiento al m?ximo. El coaching ayuda a los dem?s a aprender, en lugar de simplemente ense?ar o dar ?rdenes. Al fin y al cabo, ?c?mo aprendemos a caminar? ?Nos ense?an nuestras madres? En absoluto. Todos nacemos con una capacidad innata y natural de aprendizaje. Nos parecemos m?s a la semilla de un ?rbol, una bellota, por ejemplo, en el sentido de que escondemos en nuestro interior el potencial necesario para convertirnos en un roble magn?fico. Necesitamos alimento, aliento y luz para crecer, pero el roble se encuentra en nuestro interior desde el principio. El coaching es un m?todo pensado para mejorar el rendimiento en cualquier ?mbito (en el deporte, en el trabajo, en la escuela, en lo personal, etc.) y se basa en la relaci?n que se establece entre un coach y un disc?pulo (o «coachee»). El coaching se puede utilizar de una forma muy estructurada (estableciendo un calendario de sesiones) o de manera informal (por ejemplo, durante las breves interacciones cotidianas que se dan entre un gerente y sus empleados). En cualquiera de los casos, siempre se basa en el di?logo y en las preguntas que plantea el coach a su disc?pulo.
